El modelo en ciencia es una representación abstracta de un fenómeno complicado o poco conocido, de manera que cuando es comparado con el modelo (más simple y conocido) permite darle una explicación matemática.
Los científicos trabajan sobre modelos provisionales tratando de explicar o intentando interpretar fenómenos. Un modelo es algo, inventado, que se acepta como “válido” si permite explicar los datos conocidos. Ni siquiera los científicos más ingenuos creen que el modelo perfecto representa perfectamente lo real. Las verdades científicas no son la Verdad, su papel es más humilde. Desde este punto de vista, parte de la grandeza de la Ciencia está ligada a la capacidad para reconocer sus limitaciones y a la aceptación de la provisionalidad de sus conocimientos.
Un ejemplo: el modelo atómico de Bohr:
El modelo de Bohr es muy simple y recuerda al modelo planetario de Copérnico, los planetas describiendo órbitas circulares alrededor del Sol. El electrón de un átomo o ión hidrogenoide describe también órbitas circulares, pero los radios de estas órbitas no pueden tener cualquier valor.
Consideremos un átomo o ión con un solo electrón. El núcleo de carga Ze es suficientemente pesado para considerarlo inmóvil,
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Si el electrón describe una órbita circular de radio r, por la dinámica del movimiento circular uniforme
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